viernes, 1 de enero de 2010

La fiesta del DAKAR 2010 en Buenos Aires

El espectáculo de la competencia aventura más famosa del mundo ha comenzado. En Buenos Aires, Argentina, se dio la largada simbólica de la 32° Edición del Rally Dakar Argentina-Chile 2010, la segunda ocasión consecutiva desarrollada en Sudamérica. Los alrededores de la emblemática Av. 9 de Julio, a la vera del simbólico "Obelisco porteño" fue el escenario en el cual un promedio de 900 mil personas se dieron cita para espectar a los cientos de pilotos inscriptos en categoría autos, motos, camiones y cuatriciclos.






Una aventura sobre ruedas

Un equipo peruano participó en el Dakar Argentina-Chile 2010. La última participación nacional había sido hace 25 años

El inmenso paisaje de sierras, quebradas y dunas frondosas marca el itinerario de los pilotos que participan en el rally aventura más afamado del mundo. Se puede salir sin problemas de la partida, pero en el fragor de la carrera hasta un pequeño problema técnico puede obligar al abandono. Esto fue lo que le ocurrió a los integrantes del Team Perú Dakar 2010, a quienes ubicamos en pleno testeo de los vehículos en la Rural de Buenos Aires, con las campanas de la navidad sonando aún en la capital argentina, previo a la largada en el Obelisco de Buenos Aires en el primer día del año.
Este proyecto, que se había pergeñado desde hace un año, le permitió al equipo peruano, integrado por los autos Toyota FJ Cruiser (al mando de los tándemes Luis Mendoza-Ive Bromberg y Javier Ferrand-Fernando Ferrand), así como a las motos KTM 690 (piloteados por Carlos Vellutino y Jaques Barrón), exponer la bandera bicolor en una competencia mundial. Según confesión de los participantes, “la inscripción si bien es costosa, pero valía la pena que nuestro país esté representado por un equipo después de tiempo”. La afirmación perteneciente a Luis Mendoza, integrante junto a Ive Bromberg de la única tripulación peruana que llegó hasta la 7° etapa en Chile, marcó el grado de entusiasmo con el cual participaron los peruanos, pero de todas formas nunca alcanza si se trata de competir contra equipos más competitivos.
“Para que el lector se haga una idea, nuestro presupuesto bordea los 140 mil dólares con autos estándar y solo con algunas modificaciones de suspensión y se le pelea la carrera a teams oficiales que manejan cifras de 25 millones dólares”, resaltó el piloto. Asimismo Mendoza confesó que la primera dificultad fue la obtención de sponsors para solventar los gastos básicos en el exterior y la logística para reparación de los vehículos en cada etapa: “Tuvimos que prepararnos durante muchos meses en los áridos territorios del litoral peruano y sobre todo sirvió de mucho nuestra participación en los Caminos del Inca que si bien son 3000 kilómetros (la tercia parte del recorrido del Dakar), pero se contaba con terrenos complicados de sierra y dunas similares. Sin duda es una experiencia que servirá de mucho para futuras participaciones de equipos peruanos todos los años”.
Si bien la participación peruana culminó antes de regresar a territorio argentino, queda la sensación de que para una mejor performance el equipo peruano debería gozar de un presupuesto mayor, como afirma Mendoza: “Estaríamos hablando de alrededor de 300 mil dólares. Con esa partida se puede tener un equipo con al menos todas las facilidades logísticas y técnica para competir tranquilo. Aunque lo más importante es que las empresas que inviertan en el equipo, sientan después que recuperan su dinero puesto que el Perú está siendo representado en una competencia mundial. Los empresarios deben saber que esa inversión va a retornar en materia de cobertura periodística en las grandes cadenas del mundo que vienen a cubrir el evento y por ende se puede presentar al Perú como marca, promoviendo al país como destino turístico stronómico como hacen la mayoría de los equipos europeos y americanos.”