
No es ninguna novedad de que el fútbol peruano experimenta una grave crisis deportiva, ocasionada en gran medida por el caos organizativo de todos los estamentos que involucran a su dirigencia. Las eternas contradicciones y las desacertadas medidas de los mandamases de la nefasta Federación Peruana de Fútbol (FPF), comandada por el Dr. Manuel Burga Seoane, han ocasionado malestar en los todos los protagonistas, directos e indirectos, que conforman a nuestro alicaído balompié.
Es por tal razón, y ante la imposibilidad de desafectar a la cúpula dirigencial enquistada desde hace varios años en el máximo ente futbolístico, que los jugadores asociados al Sindicato Agremiación de Futbolistas Profesionales del Perú (SAFAP) han decido de que no formarán parte de la selección nacional absoluta a partir de la próxima fecha doble de las Eliminatorias para la Copa del Mundo 2010. Si no se hacen caso a las sugerencias, presentadas en una carta enviada a la FPF el pasado 6 de Mayo, la determinación tomará cuerpo. Es por ello que fue consensuada para que los mencionados dirigentes tomen las acciones correctivas que signifiquen un real compromiso de cambio radical en el sistema futbolístico de nuestro país.
Esto implica la modificación de las estructuras del fútbol peruano, involucrando inclusive una nueva conformación de la asamblea de bases de la Federación y los cambios normativos que sean necesarios, sin obviar que se eliminen los compadrazgos en las ligas distritales y provinciales, piedra angular de la supuesta corrupción en el fútbol.

Lo que pretenden los agremiados es modificar las estructuras de la asamblea de bases. Con ello se pedirá una participación directa de la Agremiación en las próximas elecciones y una plaza en el próximo directorio de la FPF. Hasta la actualidad la preponderancia del fútbol aficionado en la composición de la Asamblea ha permitido elegir al presidente de la Federación, omitiendo la importancia del fútbol profesional.
Al respecto, Manuel Burga reiteró que se va reunir con la nueva Junta Directiva de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional, la Segunda División y los representantes de los clubes para analizar los pedidos de la Agremiación, aunque adelantó que: “de los 42 puntos que ha planteado la agremiación 10 ó 15 son neurálgicos, el resto es de relleno. Acá el tema de fondo es lo económico”, declaró irónicamente.
El fútbol peruano está en emergencia. Era claro que no es necesario esperar hasta una nueva elección de presidente para tomar medidas urgentes y realizar acciones inmediatas que permitan salir de la crisis. Los jugadores han dado un importantísimo paso, quitándole a Burga la posibilidad de lucrar con su mayor fuente de ingresos: La selección. Lo que faltaría es formar una plataforma de dirigentes con ideas innovadoras para buscar los ausentes resultados deportivos a través de un trabajo coherente.
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