
Recordando aquella entrañable faena del 2003, liderada entonces por el entusiasta Freddy Ternero y sus once discípulos que salían a todos los escenarios sudamericanos con la prédica del “Sí se puede”, Cienciano del Cusco revivió viejas alegrías en la competición que lo lanzó al estrellato internacional.
Queda claro eso sí que las circunstancias son distintas. Los rivales otros, no por ello menos peligrosos, pero aquella gran campaña se gestó desde la inocuidad de un equipo peruano que no generaba mayores temores en sus rivales, y que cuando menos se daban cuenta habían sido devastados en la altura cusqueña por un grupo de jugadores que conjugaron una perfecta armonía de madurez y juventud deseosa de gloria.
Aquel Cienciano dejó en el camino a rivales que en teoría eran superiores como Católica de Chile, Santos de Brasil, Atlético Nacional de Colombia y el no menos laureado River Plate de Argentina. Aquel Cienciano logró resultados sorprendentes como los empates en Sao Paulo y Buenos Aires, así como la gran victoria de semifinales en Medellín.
Es por eso que no valen las comparaciones. Este es otro equipo, con jugadores que aportan experiencia como Johnny Vegas, Jhoel Herrera, Ernesto Arakaki y Walter Vílchez en la defensa, así como la prestancia de Julio García, el conductor de aquel Cienciano versión 2003, así como el aporte ofensivo de Christian Guevara, Mauricio Montes, el brasileño Sergio Junior y del argentino Emanuel Ruíz, ex delantero de Boca Juniors.
Por el momento cumplieron con pasar la primera ronda después de haber eliminado al Liverpool de Uruguay. En Montevideo la historia concluyó a cero tantos, mientras que la revancha en territorio peruano se saldó con victoria por 2-0, gracias al aporte del talentoso Guevara y la potencia de Sergio Junior que obligó a un autogol de los uruguayos.
Su siguiente rival saldrá entre la confrontación que sostendrá San Lorenzo de Almagro como local ante Tigre, el 15 de Septiembre. El encuentro de ida fue triunfo del “Matador” de Victoria por un apretado 2-1, por lo que apenas un gol en el Nuevo Gasómetro le bastaría a los cuervos para enfrentarse al “cuadro imperial”.
El otro representante peruano es Alianza Atlético de Sullana, que aún resta por jugar su compromiso de vuelta ante el Deportivo Anzoátegui de Venezuela. El partido de ida terminó con un insuficiente empate a cero en el estadio Elías Aguirre de Chiclayo, escenario donde hizo de local el equipo de la “Perla del Chira”.
Sin duda el encuentro que sostendrán los norteños en Puerto La Cruz será complicado, aunque tendrán que esperanzarse en la habilidad de Marcio Valverde y Rubén Valladares para desequilibrar en campo ajeno, así como en la contundencia de sus goleadores Saulo Aponte y Jonathan Rodríguez. En caso de pasar, el rival de los sullanenses sería el no menos complicado Fluminense de Río de Janeiro. Aunque queda claro que primero deberán sortear antes el obstáculo venezolano.
La Copa Sudamericana apenas ha comenzado y las ilusiones de los que van quedando se acrecientan conforme pasan las etapas, pero para los equipos peruanos es más especial aún si se toma en cuenta que alguna vez, un representante suyo supo alzar bien arriba el trofeo del vencedor.
Queda claro eso sí que las circunstancias son distintas. Los rivales otros, no por ello menos peligrosos, pero aquella gran campaña se gestó desde la inocuidad de un equipo peruano que no generaba mayores temores en sus rivales, y que cuando menos se daban cuenta habían sido devastados en la altura cusqueña por un grupo de jugadores que conjugaron una perfecta armonía de madurez y juventud deseosa de gloria.
Aquel Cienciano dejó en el camino a rivales que en teoría eran superiores como Católica de Chile, Santos de Brasil, Atlético Nacional de Colombia y el no menos laureado River Plate de Argentina. Aquel Cienciano logró resultados sorprendentes como los empates en Sao Paulo y Buenos Aires, así como la gran victoria de semifinales en Medellín.
Es por eso que no valen las comparaciones. Este es otro equipo, con jugadores que aportan experiencia como Johnny Vegas, Jhoel Herrera, Ernesto Arakaki y Walter Vílchez en la defensa, así como la prestancia de Julio García, el conductor de aquel Cienciano versión 2003, así como el aporte ofensivo de Christian Guevara, Mauricio Montes, el brasileño Sergio Junior y del argentino Emanuel Ruíz, ex delantero de Boca Juniors.

Su siguiente rival saldrá entre la confrontación que sostendrá San Lorenzo de Almagro como local ante Tigre, el 15 de Septiembre. El encuentro de ida fue triunfo del “Matador” de Victoria por un apretado 2-1, por lo que apenas un gol en el Nuevo Gasómetro le bastaría a los cuervos para enfrentarse al “cuadro imperial”.
El otro representante peruano es Alianza Atlético de Sullana, que aún resta por jugar su compromiso de vuelta ante el Deportivo Anzoátegui de Venezuela. El partido de ida terminó con un insuficiente empate a cero en el estadio Elías Aguirre de Chiclayo, escenario donde hizo de local el equipo de la “Perla del Chira”.
Sin duda el encuentro que sostendrán los norteños en Puerto La Cruz será complicado, aunque tendrán que esperanzarse en la habilidad de Marcio Valverde y Rubén Valladares para desequilibrar en campo ajeno, así como en la contundencia de sus goleadores Saulo Aponte y Jonathan Rodríguez. En caso de pasar, el rival de los sullanenses sería el no menos complicado Fluminense de Río de Janeiro. Aunque queda claro que primero deberán sortear antes el obstáculo venezolano.
La Copa Sudamericana apenas ha comenzado y las ilusiones de los que van quedando se acrecientan conforme pasan las etapas, pero para los equipos peruanos es más especial aún si se toma en cuenta que alguna vez, un representante suyo supo alzar bien arriba el trofeo del vencedor.
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