Marcelo Asteggiano, aquel zaguero de Universitario y Sporting Cristal se refiere a su experiencia en nuestro fútbol y de su paso por el comando técnico de la selecciónSorprendió verlo hasta hace unos meses pegado a la línea de cal, dando indicaciones al lado de José Guillermo Del Solar durante el penoso proceso clasificatorio para el Mundial de Sudáfrica 2010. Más aún porque quedaba grabada su imagen de recio zaguero desde que llegó a Universitario en 1993 y por ello ver a Marcelo Fabián Asteggiano en esta faceta fue novedoso y más aún dentro de un ambiente tumultuoso como el que vivió en la “blanquirroja”. Durante la última estadía del seleccionado patrio en Buenos Aires, y a pesar de su recato para hablar sobre temas inherentes al mismo, rescatamos algunas apreciaciones del conocido “Palito” acerca de lo que significó su experiencia en nuestra selección y de su paso por nuestro balompié. Con un tema ineludible: la final de Copa Libertadores con Sporting Cristal.
En 1997 fuiste partícipe de algo que parece irrepetible para el fútbol peruano: llegar a una final de Copa Libertadores. ¿Qué crees que pasó desde entonces?
Lo que se logró es parte de un conjunto de circunstancias que se fueron reforzando en un proceso largo. Empezando por un grupo de dirigentes que habían realizado un trabajo a conciencia para permitir que Sporting Cristal se consolide en el exterior. No hay que olvidar que el equipo del 97 venía de un proceso que había empezado con Juan Carlos Oblitas en 1994, de aquel equipo hubo una base que después se consolidó en esa Copa Libertadores tan recordada. Jugadores como Balerio, Rivera, Rebossio, Garay, Solano, Jorge Soto, Julinho fueron el soporte para que el equipo haya rendido bien.
¿Y en donde estuvo el secreto de aquel proceso?
En que todos los que estábamos involucrados hacíamos nuestro trabajo a cabalidad. Tanto dirigentes, cuerpo técnico y jugadores aportábamos para hacer posible el objetivo de alcanzar la final de la Copa Libertadores. Aunque es justo mencionar que el punto de quiebre fue aquel partido de vuelta de octavos de final contra Vélez, eso fue el envión que el equipo necesitaba. No hay que olvidar que tras el empate a cero goles en Lima, ya estábamos eliminados para casi todos. Una sensación similar que se produjo en la final contra Cruzeiro que después fue un partido más cerrado de lo que se esperaba.
…Me imagino cómo se debe haber vivido en el vestuario celeste esa Copa…
La premisa de aquel equipo, sobre todo cuando jugaba de visitante, era de que al menos nos fueramos con una derrota mínima. Me acuerdo claro por ejemplo de aquel partido con Racing en semifinales. El estadio se caía, íbamos 3-1 en contra y en un momento estuvimos más cerca de que nos conviertan el cuarto gol, pero aquella vez tuvimos suerte porque Bonnet marcó el segundo gol de descuento en el momento más preciso y después en Lima le dimos vuelta con suma convicción desde el primer minuto. Ocurre que hay momentos en los que sale a relucir no solamente la parte futbolística, sino también los factores anímicos y para eso el trabajo en la semana de Markarián era importante.
Fuiste muy reconocido además por la gente de la “U”, pero asimismo se enfadaron con tu ida a Sporting Cristal de manera intempestiva…
Pero fue algo que no se comprendió. Yo no decidía mi futuro en esa época, puesto que mi pase pertenecía a Cruz Azul de México y por esa razón anclé en 1993 en Universitario, justamente por un préstamo que hizo Jorge Nicolini con los mexicanos. Fueron ellos luego quienes determinaron que les convenía prestarme a otro club. Y justo, en 1995, Sporting Cristal presentó una oferta y los dirigentes negociaron mi préstamo.
¿Y en qué equipo crees que alcanzaste tus mejores objetivos?
En los dos por igual, pasa que en Sporting Cristal fueron muchos más años (1995-1998), más logros (dos títulos locales y una final de Copa Libertadores), pero también en Universitario me sentí importante. Inclusive yendo más atrás en Racing también viví algo muy trascendente como el título de la Supercopa, la Interamericana, el regreso en esa época a la Copa Libertadores. Todo es muy rescatable por igual.
¿Cómo se dio tu llegada al comando técnico de la selección?Fue algo que ni lo pensé, porque después que concluí mi etapa de jugador, regresé a Rafaela, no me quedé a radicar en Perú. En ese interín hice el curso de técnico en Santa Fe, después empecé a trabajar en inferiores, luego en el ascenso argentino y hasta que surgió la oferta del “Chemo” Del Solar para ser su asistente primero en Sporting Cristal en el 2005 año en el cual fuimos campeones y luego, por esa comprensión, me llamó para integrar la selección desde 2007. Sin duda fue una experiencia importante, porque representé al país con todas las presiones que involucra.
Y a pesar de los malos resultados, ¿Disfrutaste algo de tu etapa por la selección?
Fue complicado, sobre todo por lo desgastante que fue el proceso, con muchos altibajos, con críticas muchas veces despiadadas, pero creo que lo importante fue que cumplimos con salir a todos lados a jugar siempre en la medida de nuestras posibilidades.
¿Cuál es tu reflexión, ya que lo viviste por dentro, de nuestra realidad futbolística?
El tema de los resultados es una circunstancia que no se modificará por arte de magia. Creo que en el Perú hay mucha materia prima, hay jugadores de buen nivel para rescatar, pero en divisiones inferiores, a parte de mejorar la competencia, se debe apuntar además a la formación de aquellos talentos que surgen. El jugador peruano tiene aptitudes para enfrentarse a las mejores selecciones del mundo, lo demostraron en algunos partidos de la eliminatoria para Sudáfrica 2010 con buen juego inclusive, pero no soy yo quien deba decir que falta por hacer.